Mi relación con las Teresianas empezó cuando tenía 3 años y toda mi vida he estado vinculada a ellas: primero como alumna, después como maestra, luego como madre y ahora como abuela.
Tengo muy buenos recuerdos y los valores que me transmitieron han hecho que hoy sea quien soy: como maestra me quedo con la dedicación y aprecio a los alumnos; como madre estoy contentísima de que mis hijos recibieran esta educación en valores; y como abuela es un gozo ir a mi colegio a buscar a mis nietos y reencontrarme con el profesorado, las familias, los alumnos y poder seguir disfrutando de lo que ocurre en la escuela.
Ma CINTA ALTADILL ARDIT