¡En esta Cuaresma no debemos cansarnos de hacer el bien!

La Cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza, un tiempo de cuarenta días de preparación para la Fiesta de la Pascua. Es el momento oportuno para devolver a Dios y devolver el sentido de la vida. ¡El Señor nos espera!

La liturgia hace que nos reencontramos con el antiguo signo de la ceniza. La expresión bíblica “Recuerda que eres polvo y al polvo debes volver” significa penitencia y petición de perdón. Ésta es la verdad de nuestra vida: todos somos polos, débiles y frágiles. Nos hemos dado cuenta de ello a través de la fragilidad común puesta de manifiesto por la pandemia de coronavirus. Todos somos frágiles y la ceniza en nuestras cabezas nos recuerda nuestra debilidad, para decirnos que somos amados por Dios y que nuestra fragilidad ha sido elegida por Dios para llevar a cabo su proyecto de amor para el mundo entero .La verdadera fuerza radica en ser conscientes de la propia debilidad y en conservar vivo el sentido de la humildad.

La Cuaresma es tiempo de CONFIAR, de confiar en Jesús. Dios nos ayuda a cambiar estas pequeñas cosas que nos alejan de Él y nos dejan un poso de tristeza en nuestro corazón. Por eso, os animan a cambiar, a quitar esas telarañas que ensucian nuestro corazón ya CUIDARNOS Y CUIDAR a los demás. Pidámosle que crezca en nuestro interior un nuevo corazón que nos ayuda a ser, a pensar, a sentir ya actuar como Jesús.

En estos tiempos se nos pide estar atentos a que las conciencias no cedan a la tentación del egoísmo, de la mentira y de la violencia. Los cristianos estamos llamados a ser centinelas de la paz y en estos momentos la necesitamos con mayor urgencia ya que los más vulnerables están sufriendo la violencia extrema que causa la guerra.

Nuestras fuerzas no son suficientes, por sí solas, para alejar el mal. Tenemos necesidad de invocar la ayuda del Señor. Él nos hace no sólo buenos, sino también fuertes, para que venza el odio y la violencia y nos dé a los hombres la PAZ que tan necesitamos.

El Papa nos invita a reflexionar en este camino cuaresmal sobre la exhortación de San Pablo en los Gálatas: “No nos cansamos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, HACEMOS EL BIEN A TODOS” (Ga 6, 9-10)

Remedio López Zueras

Coordinadora de Pastoral

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